Año y medio dura ya el tira y afloja de la Asociación de Vecinos del Valle-La Isla y el ayuntamiento por los prometidos semáforos de limitación de la velocidad. La última vez que el alcalde anunció su instalación como inminente fue a mediados de marzo pasado, pero siguen sin llegar y el exceso de velocidad de los vehículos en la transitada avenida del Valle no es ya sólo motivo de preocupación entre los vecinos, sino también de indignación vecinal.

"Creemos que ya hemos sido demasiado pacientes --advirtió esta semana el presidente de la asociación, Francisco Barbancho-- pero esto nos parece más bien una tomadura de pelo y estamos realmente indignados". Tras mucho insistir la directiva vecinal en sucesivas reuniones con el alcalde, en marzo del año pasado consiguió arrancar a José Luis Díaz el compromiso de costear los semáforos previa autorización de Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento.

Seis meses después los prometidos semáforos se convirtieron en señales luminosas porque el ayuntamiento decidió que eran más baratas e igual de eficaces, lo que no convenció a los vecinos visto que no logran disuadir a los conductores de apretar al acelerador. La asociación amenazó entonces con cortar la carretera si el ayuntamiento no reconsideraba su petición y en diciembre pasado, el alcalde volvió a comprometerse con los vecinos en instalar los ya famosos semáforos.

Dos meses después anunció su inminente instalación y hasta la fecha, por lo que la asociación volvió a pedir el mes pasado una entrevista con Díaz que aún está esperando.