Sólo quince empresas en Plasencia están adheridas al sistema arbitral de consumo, que permite a cualquier persona resolver una reclamación de forma gratuita y sin tener que recurrir a los tribunales. Además, la adhesión de las empresas supone que los plazos desde la presentación de la reclamación hasta su solución se acortan, con lo que el presidente de la junta arbitral de Extremadura, Francisco Lamoneda, animó a los empresarios a adherirse porque "da prestigio a la empresa, ya que significa que no tiene nada que ocultar y también es beneficioso para el consumidor".

Lamoneda asistió ayer en la ciudad a un juicio por este sistema y aprovechó para anunciar la constitución oficial del colegio arbitral de consumo, que lleva funcionando en la ciudad unos cinco años. Cualquier reclamación tiene cabida en este sistema, independientemente del dinero que se pida, y los usuarios sólo tienen que hacerla en la oficina municipal de información al consumidor o en cualquier asociación de consumidores. El colegio arbitral contacta entonces con la empresa y se fija una vista, en el salón de plenos del ayuntamiento, con el objetivo de que las partes lleguen a un acuerdo. De no ser así y en un plazo máximo de cuatro meses se dictará un laudo, similar a una sentencia porque es de obligado cumplimiento y recurrible ante la Audiencia Provincial.