Los vigilantes que el ayuntamiento ha puesto a controlar la limpieza de las calles con un silbato que delata a los que tiran la basura a deshora tiene dividida a la opinión pública. Mientras la concejala delegada, Carmen Blázquez, ha salido en su defensa: "Solo les llama chivatos quien incumple la normativa y ensucia las calles porque tira la basura cuándo y donde le da la gana ".

Así de claro se manifestó la edil, para la que esta nueva campaña está siendo eficaz: "Yo tengo una visión positiva porque cada vez se ven menos contenedores llenos los fines de semana". Sobre los que rebosaban la víspera del martes festivo dijo que "la gente no acaba de enterarse y se descuidó".

La perspectiva de la mayor parte de las asociaciones de vecinos consultadas es, sin embargo, reticente aunque también las hay que lo ven como un mal menor dada la falta de limpieza viaria. "Que le pongan la cara colorada a quien tira la basura a las cuatro de la tarde porque le pegan un pitido no nos parece mal". Es la opinión de un portavoz vecinal que prefiere guardar el anonimato dada la polémica que está en la calle y que la federación vecinal (Fepave) no se ha pronunciado ni a favor ni en contra.

De hecho solo IU ha levantado su voz y ha sido para pedir que cese esta campaña. "No nos gusta que unos vecinos vigilen a otros y más en un país donde durante años hubo caza de brujas y no nos gusta --añadió su coordinador, Luis Ranilla-- porque en democracia la vigilancia corresponde a la policía". Pero la reciente decisión de la concejala de denunciar a título particular a los cinco vecinos de Santa Bárbara cogidos in fraganti ha subido de tono las descalificaciones.

Desde vecinos que les llaman ya los chivatos del silbato a quienes dudan de la legalidad de una denuncia puesta personalmente por una edil basándose en la matrícula de los coches en que circulaban los supuestos infractores y que fueron anotando los vigilantes.

Algunos abogados consultados ponen en duda su validez porque no están puestas por la policía local mientras la concejala lo tiene claro: "Cogieron la matrícula porque la policía local no estaba y yo, a título particular, pongo la denuncia como corresponde a cualquier ciudadano que ve cometer una infracción".

La concejala no teme que estas situaciones puedan acabar en confrontaciones entre vecinos porque afirma que no ha recibido ninguna queja e insiste en que "quien cumple no tiene nada que objetar" para añadir que "esto lo hay en las playas y nadie les llama chivatos".