En ferias es casi inevitable que el botellón vuelva a la Torre Lucía porque el ferial del Berrocal está ocupado, pero este fin de semana ha vuelto al césped y las escalinatas, que ayer aparecieron repletos de basura. Como los alrededores, cuyos vecinos no han tardado en quejarse aunque lo esperaban puesto que el ferial no ha acabado de desmontarse.

Por lo que la queja ha sido mayor. "Mal está que este ayuntamiento consienta botellones espontáneos --decía ayer un residente-- pero esto una falta total de previsión". Los afectados apelan a que, según la Ley de Ocio y Convivencia de la Junta, todo botellón en zona no autorizada es ilegal y en Plasencia solo está permitido en el Berrocal. A las molestias propias de la concentración masiva de jóvenes en plena noche, se suman los desperdicios que quedaron acumulados hasta que mañana los retire el servicio de limpieza viaria.

LLUEVE SOBRE MOJADO Para los vecinos llueve sobre mojado porque nada más terminarse las ferias, ya presentaron su queja al ayuntamiento por la falta de limpieza y la concejala delegada, Carmen Blázquez, envió una brigada. Como hizo también al ferial una vez autorizados los feriantes a permanecer hasta ayer con el compromiso de mantener por su cuenta la limpieza y de cobrar las atracciones al cincuenta por ciento.

"Cuando vimos que el ayuntamiento les autorizaba a quedarse hasta el domingo, nos imaginamos que íbamos a tener otro fin de semana movidito" indicó ayer una vecina, que criticó la pasividad municipal ante las molestias que les genera el botellón. "Habrá quien diga que por un fin de semana... --añadió-- pues que se vengan a dormir a mi casa". Los vecinos han querido transmitir su queja a la opinión pública. "Como derecho al pataleo porque qué vamos a hacer ya" resaltaron. A decir verdad es la crónica anunciada de cada feria para estos vecinos.