La red de aguas residuales volvió a desbordarse ayer en la calle de los Quesos inundando los sótanos de tiendas, bares y casas particulares así como el transformador de la luz dejando a oscuras también la plaza desde las nueve hasta las doce de la mañana. La librería Mayorga optó por cerrar al público para achicar el agua con cubos, el bar Cáparra empezó su actividad normal a mediodía tras desaguar el sótano y en el edificio noble anexo manaba el agua por entre las piedras.

Esta fue la zona más afectada por el atasco que causó también perjuicios económicos a los bares de la plaza hasta que volvió el suministro eléctrico. No era la primera vez que vivían esta situación en la calle de los Quesos y la indignación fue a mayores porque no hacía ni tres días que había estado desatascando las alcantarillas una empresa contratada por el ayuntamiento.

Los afectados lo achacan al deficiente estado de las tuberías. "Son de fibrocemento --ya en desuso-- y cuarenta centímetros de diámetro que se reducen a la mínima expresión cuando se atascan los residuos y viene lloviendo". Los comerciantes añaden que no todos los bares reciclan el aceite y el que arrojan a la red acaba por atascarla.

El ayuntamiento contrató a una empresa cuando ocurrió hace dos años, pero esta vez no ha funcionado la medida pese a que ha estado de lunes a miércoles desatascando la red y los afectados pedían ayer visiblemente molestos que se invierta de una vez en su remodelación.