Los vecinos del centro han exigido al ayuntamiento que no desaproveche la oportunidad para medir los ruidos de la movida ahora que la Junta ha cedido temporalmente el sonómetro a la policía local, que estos días está probando, por otra parte, cómo utilizar este aparato para controlar los escapes libres de los ciclomotores que emiten tan ensordecedor ruido en las calles.

La falta de un sonómetro ha sido siempre la excusa de la concejala de Seguridad Ciudadana, Josefa Pérez Camisón, ante las quejas vecinales por ruidos tanto de las motos trucadas como de la movida urbana en invierno y en verano de las pistas. Por eso ahora vecinos de las calles del centro no están dispuestos a dejar pasar la oportunidad de sacar rendimiento al aparato medidor de la contaminación acústica que aseguran sufrir.

SIN PRISAPor otro lado, la policía local ha anunciado que el miércoles comenzaron a realizarse los controles de alcoholemia en el casco urbano principalmente en horario nocturno, lo que constrasta con lo dicho por la concejala delegada cuando afirmó que había dado orden el fin de semana pasado a la policía para que comenzara tales controles especialmente en los accesos al botellón para rentabilizar el etilómetro, que también ha sido cedido por la Junta al ayuntamiento por espacio de un mes hace ya once días. De hecho, la propia edil anunció ya el pasado día 21 el inicio de los controles nada más recibirlo de la Junta de Extremadura.