Viven en las calles de la movida y sufren durante todo el año los ruidos de los bares de copas, pero el verano acentúa las molestias al dormir con las ventanas abiertas. Además, en verano se amplían los horarios de cierre. Pero los vecinos de la calle Cartas denuncian que "no se respetan ni los horarios, ni el nivel de ruidos y es imposible dormir. El vecindario ya está cansado". Por eso, pasarán a la acción con una campaña de recogida de firmas con las que reclamarán al ayuntamiento un mayor control policial que permita conciliar realmente el ocio nocturno con su derecho al descanso.

Esta misma semana, otros vecinos, de forma anónima, ya han mostrado su queja. Lo han hecho a través de multitud de carteles de pequeño tamaño que han aparecido a primera hora de la mañana ante la puerta del ayuntamiento y con una sola frase: "Queremos dormir".

A esta iniciativa se sumará en breve la recogida de firmas promovida por los residentes de la calle Cartas, que han visto como en los últimos meses, han abierto varios establecimientos en la zona. Ya hay hasta seis y solo uno, El Limbo, cerrado tras un expediente sancionador.

Pero las llamadas de denuncia de los vecinos a la policía local se repiten cada fin de semana, algunas hechas incluso un jueves a las 5.15 horas cuando el horario máximo permitido de lunes a jueves es hasta las 5.00 para las discotecas y las 3.00 para los bares especiales, que se amplía media hora más de viernes a domingo y en vísperas de fiesta.

"Los bares cierran más tarde de lo que deben y algunos no están insonorizados o no controlan que las puertas estén cerradas. No hay derecho a que yo esté escuchando la música desde mi habitación", afirma una vecina. A esto suman además las voces de aquellos que se divierten, acompañadas a veces de petardos, prohibidos por ley.

Por todo esto y porque echan en falta la presencia policial --"otras calles las controlarán, pero la calle Cartas, no", afirmaba otra vecina-- pedirán una solución que les permita dormir el resto del verano y todo el año.