La céntrica calle Santa Ana siempre ha registrado mucho tráfico, pero aún más desde que el ayuntamiento colocó un pivote para cerrar el acceso a la calle del Rey y sus vecinos, en su mayoría de avanzada edad, llevan meses esperando un paso de cebra. O alguna otra medida que haga reducir la velocidad a los conductores que enfilan la calle sin percatarse de que es tan estrecha que los peatones se tienen que pegar literalmente a las fachadas.

A sus residentes les tiene tan preocupados la situación que en octubre recogieron firmas. Las mismas que tiene desde entonces en su poder el concejal de Tráfico, Blas Raimundo, quien está meditando si colocar mejor una avispa , según el testimonio de las vecinas.

Algunas de las cuales confiesan que les da miedo salir de casa y aseguran haber ido ya varias veces al ayuntamiento a quejarse. "Yo por las noches dejo la basura en la puerta porque con la velocidad a la que pasan los coches y las motos por aquí me da miedo ir hasta los contenedores", los cuales están justamente enfrente, al pie de las escaleras de la plaza de Santa Ana.

La iniciativa de recoger firmas fue de un grupo de vecinas, todas mayores, que apelan al ayuntamiento para que garantice su seguridad frente a la elevada densidad de tráfico que soporta tan estrecha calle. "Nosotras decimos que un paso de cebra, pero que pongan lo que vean mejor siempre que lo pongan porque ya llevamos muchos meses esperando". Incluso sugieren al ayuntamiento que remodele la circulación en torno a la avenida Juan Carlos I, en lo que coinciden con la empresa que realizó el plan del tráfico .