Solo han hecho falta dos ediciones para que la Fiesta de la Primavera de Monesterio se consolide como uno de las citas más participativa de la localidad. El éxito del pasado año presagiaba, como mínimo, la inscripción del mismo número de peñas. La organización se ha visto desbordada en tal magnitud, que finalmente 68 grupos, compuestos por un mínimo de diez integrantes, han participado de una excelente jornada de convivencia, que según la organización, ha logrado congregar a unas 2.000 personas.

La fiesta, que nació a sugerencia de la ciudadanía, comenzó a partir de las doce del mediodía, cuando por megafonía se anunció el inicio del concurso de paellas. Dos horas tuvieron los talentosos cocineros para su elaboración, penalizándose con un punto cada cinco minutos de retraso en la entrega de las porciones destinadas a la cata del jurado calificador. Los ingredientes, por ser la paella uno de los platos más agradecido de la cocina nacional, fueron elegidos por los cocineros. Así, además de la típica paella valenciana, se pudieron degustar las de carne, marisco, mixtas, de vegetales o de setas.

Tras la dura, pero a la vez sugestiva tarea de probar casi setenta paellas, el jurado concedió el primer premio a la peña Rebosa Mandanga. Presentaron a concurso un arroz negro con sofrito de verduras y fumé de mariscos. El segundo premio fue para Sin Gluten. La tercera mejor paella, a juicio del jurado, fue la elaborada por la peña Los Indecisos. En esta ocasión el premio fue de lote ibérico y 100 euros. El concurso fue sólo el inicio de una gran fiesta intergeneracional. Entre los más jóvenes, grupos de adolescentes que experimentaron por vez primera en la elaboración de arroces. Los más veteranos, miembros de la Asociación de Pensionistas.