María Fernández Barriga nació en Puebla de Obando en 1890 y cumple este domingo 104 años, lo que la convierte en una de las abuelas de Extremadura. Su vida longeva le ha llevado a conocer tres reinados --el de Alfonso XIII desde la regencia de su madre María Cristina de Habsburgo-Lorena, el de Juan Carlos I con la renuncia de su padre, Juan de Borbón; y el de Felipe VI--, dos dictaduras --la de Primo de Rivera y la de Franco--, la II República, una guerra civil y la democracia actual. Con cinco hijos, 11 nietos, 10 biznietos y un tataranieto, María Fernández hace gala de una fortaleza de roble, de su gusto por la copla y de una memoria envidiable, como se puede apreciar en esta entrevista. Ahora, con motivo de su 104 cumpleaños, la Federación de Peñas Flamencas de la Provincia de Badajoz, en colaboración con el ayuntamiento de su pueblo, le han organizado un homenaje.

--¿Cómo se encuentra, María, cómo lleva esos 104 años?

-- Yo bien, hijo, no tengo fiebre, no me duele nada, no tengo ninguna enfermedad, ¿qué más se puede pedir a esta edad?

--¿Cómo pasa un día normal ?

-- Bueno, me levanta mi hija, me prepara y desayuno, luego voy dando un paseo cortito por aquí, por la plaza, y hasta la hora de comer veo algo la tele, aunque yo no entiendo mucho. Y hasta la hora de cenar, porque yo ya no puedo trabajar y esto es una lata, así que así estaremos hasta que Dios quiera.

--¿Esa fortaleza suya de dónde le viene, es de naturaleza o es que toma alguna medida especial para cuidarse?

-- Porque Dios me la dio, nunca he estado mala, no me conoce mi médico. He criado a cinco hijos con mucho sacrificio pero a la vez con mucha alegría.

--¿Usted ha vivido más de un siglo, cómo era antes la vida?

-- Más normal que ésta, muy tranquila, muy bonita. Antesescaseaban las cosas pero nos las arreglábamos; ahora, esta vida no tiene rumbo, es un destino; yo no lo entiendo.

--¿Qué ha cambiado en estos años?

-- Antes había más calma, no tiene punto de comparación. Las gentes se ayudaban más unos a otros; ahora eso no existe.

--Usted ha vivido dos dictaduras, tres reinados, una república, una guerra y la democracia, ¿qué piensa de todo ello?

-- Fueron tiempos muy malos, de mucha escasez. Las guerras, todas son malas, se pasó mucho, aunque mi padre era un hombre con muchos recursos, pero me mataron a un hermano en el frente del que nunca supimos más. Se llamaba Manuel, muy bueno, era teniente. Pero yo crié a mis hijos a mis faldas y así fuimos sacando adelante a la familia; no teníamos lujos pero comíamos todos los días, gracias a Dios. Recuerdo que en plena guerra, mi madre nos encerraba en la habitación, por si acaso. Y en aquella época no había la libertad que hay hoy, había mucho respeto a los padres y siempre era así.

--¿Cómo conoció a su marido? ¿Cómo eran las relaciones?

-- Pues como se conocía en aquella época, paseando. Las relaciones fueron muy buenas, y un día me dijo que quería ser mi marido.

--Y qué respondió usted?

-- Pues que sí.

--Tengo entendido que le gusta mucho la copla ¿es así?

-- Claro que sí, y también el flamenco. A mi marido le gustaba mucho Pepe Pinto, que lo escuchábamos en la radio; era lo que había.

--¿Cómo es ahora su vida?

-- Muy tranquila, con más comodidades que antes; ahora lo tenemos todo. Mi madre era una mujer de mucho rumbo, con muchos reaños, muy valiente y muy trabajadora. Yo he tenido mucha suerte en mi vejez, porque tengo unos hijos maravillosos.

--¿Qué es lo que le gusta cuando mira la televisión?

-- El tiempo, me gusta saber si llueve o hace frío.

--¿Qué pide usted a la vida?

-- Pido a Dios salud para mis hijos y trabajo para que puedan sacar a sus familias adelante. Y para mí, que aquí me tiene a su disposición para lo que él quiera.

En la elaboración de esta entrevista ha colaborado Domingo 'El Madalena