Tras la detección de nuevos casos de envenenamientos de perros en Monesterio, concretamente en las zonas aledañas al centro de salud, la policía local ha realizado un llamamiento en el que, además de otras recomendaciones, solicita la colaboración ciudadana con la intención de esclarecer quién o quienes pudieran estar detrás de estos actos delictivos.

En enero del pasado año, el ayuntamiento, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, ya puso en conocimiento de la Guardia Civil y del Seprona posibles casos de envenenamientos de mascotas en la localidad (perros y gatos), que pudieron morir como consecuencia de la ingestión de embutidos envenenados. En su momento se recogieron muestras para su análisis toxicológico, tras el cual se informó de que se había encontrado en uno de los cebos carbofurano, un plaguicida usado como insecticida, cuyo plazo de retirada del mercado europeo se cumplió en diciembre de 2008 por su alta toxicidad. Un año y medio después han vuelto a producirse casos de mascotas envenenadas, aunque desde la policía local se desconoce si se trata del mismo producto químico.

Este cuerpo policial pide la colaboración de los vecinos, para que «ante cualquier muestra de carne o similar, pigmentada que se encuentre en el suelo, o escondida», contacten con la policía local o con la Guardia Civil, «evitando su manipulación y contacto con las manos», ya que de tratarse de carbofurano posee una características por las cuales el veneno puede absorberse por inhalación, por ingestión o incluso a través de la piel. Del mismo modo, la policía local solicita que se tenga «especial cuidado con los niños», que siempre «lleven a sus perros con collar y correa, evitando que coman del suelo», y que «cualquier conducta sospechosa sea puesta en conocimiento de los cuerpos policiales».