La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Badajoz por el llamado crimen de Talavera, en la que condenó al acusado, José Goyes Amador, de 47 años, a un total de 18 años y 6 meses de prisión, como autor penalmente responsable de los delitos de homicidio --14 años-- y de robo con violencia e intimidación en casa habitada --4 años y 6 meses--.

El caso es conocido como el crimen de Talavera, por ser en esta localidad vecina de Badajoz donde se perpetró la muerte violenta, con varios golpes en la cabeza con un macetero con fondo de cemento, del vecino Antonio Paniagua, cuando contaba 66 años.

Los hechos se produjeron la noche del 17 de diciembre de 2014, cuando Paniagua regresó a su domicilio tras haber estado tomando unas copas en varios locales.

El juicio se celebró en la Sala de lo Penal de la Audiencia, que condenó al acusado, además de a los 18,5 años de prisión, a otros 10 de prohibición de habitar en ese municipio, posterior a pena de cárcel, así como al pago de 50.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

La defensa, llevada por José Duarte, recurrió al Supremo, que en sentencia del 5 de diciembre -aunque se conoció el pasado lunes- asume los argumentos de la Audiencia, como corroboraron Duarte y el abogado de la acusación, Alfredo Pereira.