Hay historias que acaban bien y otras mal. La de José Antonio Sánchez Santiago, un vecino de Fuente del Maestre de 50 años que ha estado desaparecido tres días, y que fue encontrado tirado en un arroyo seco, con la cadera rota y sin agua ni comida, ha acabado bien.

La aventura comenzó mal. Una discusión el pasado domingo con el hermano en la vivienda familiar, en la que viven los dos solos, que no quería tomarse un medicamento, alteró los nervios de José Antonio Sánchez, que decidió dar un paseo por el campo para calmarse. Estaba anocheciendo.

Se alejó unos dos kilómetros hasta llegar a El Salado, un paraje solitario por el que pasa un arroyo que se encuentra seco. Un traspié le llevó al suelo y quedó atrapado en una especie de zanja bordeada de vegetación. En la caída se fracturó la cadera y quedó inmovilizado. Los gritos de socorro pidiendo ayuda no fueron escuchados ya que por los alrededores no había nadie.

Al no presentarse en su casa, sus familiares dieron la voz de alarma y denunciaron la desaparición, temiéndose lo peor.

Tanto la policía local como los agentes del puesto de la Guardia Civil de Fuente del Maestre y otros cercanos realizaron batidas por la zona sin obtener ningún resultado.

Mientras tanto José Antonio Sánchez se aferraba a la vida. Para paliar la sed escarbó en el lecho del arroyo hasta dar con barro que se lo introducía en la boca para buscar alivio.

Ayer por la mañana, un guardia civil oyó los gritos de socorro. Una ambulancia del 112 lo trasladó al hospital de Zafra, donde permanece ingresado y a salvo.