La rica gastronomía es una de las grandes joyas que posee Alcántara, por eso algunos no han encontrado mejor idea que explotar este bien tan atractivo para los turistas. Así es como piensan los responsables del taller de empleo El Arajú, un proyecto que se ha puesto en marcha por primera vez este año con un módulo de cocina promovido a través de la agencia de desarrollo y empleo local en colaboración con la universidad popular.

Nicasio Nevado, junto a Armando Pulido, son los dos monitores que imparten la actividad. Nevado comentó que la gastronomía de Alcántara es "variada y exquisita" y que por ello "merece ser rescatada".

Las perdices al estilo de Alcántara y el bacalao al estilo Monacal son algunos de los platos que los alumnos ya han incluido en su peculiar recetario, pero especialmente "rescataremos aquellas recetas que hayan caído casi en el olvido", comentó Nevado. Un ejemplo son las puchas, un dulce exquisito y que encandila a los paladares más golosos con su harina, miel y azúcar. Más conocidas son las mormenteras, otro dulce típico de Alcántara que también formará parte del recetario de los alumnos aunque actualmente es muy popular.

Promoción

Nicasio Nevado explicó que una vez seleccionadas las recetas, de las que aún se desconoce el número, existe la intención de recopilarlas en un CD y en un folleto turístico con el objetivo de que sirvan de herramienta para promocionar la localidad alcantarina. No obstante, esta iniciativa se podrá llevar a cabo "siempre y cuando contemos con la financiación de alguna administración", matizó el monitor del curso.

Los más mayores del pueblo también están poniendo su granito de arena en este proyecto. Ellos mismos son los que revelan las recetas más antiguas y exquisitas que a lo largo de la historia han alimentado a los alcantarinos. "Nuestros alumnos van a las casas para recoger información y datos que les cuentan los mayores", comentó Nevado. Por este motivo, los organizadores también destacan que la actividad también permite estrechar las relaciones entre alumnos y vecinos y entre generaciones.

Los libros de la biblioteca municipal también han sido un fondo documental importante para los alumnos que buscan completar toda su información gastronómica.

Los 15 participantes saldrán del curso con una preparación suficiente que les facilitará su inserción laboral. El taller finalizará en diciembre del 2006, tiempo suficiente para que los alumnos "logren adquirir experiencia y rodaje para trabajar como pinches de cocina, ayudantes o cocineros", comentó el director del taller, Agustín Gómez.

Además, aquellos que superen el curso recibirán un certificado de profesionalidad expedido por el Sexpe.