Martes Santo esplendoroso con sabor a barrio. Las cofradías de Las Lágrimas y del Calvario procesionaron ayer por las calles de la capital extremeña derrochando fervor cofrade e inundando de fe a los cientos de emeritenses que acompañaron a sus sagrados titulares a lo largo de todo su recorrido procesional.

La primera en echarse a la calle fue la hermandad de Las Lágrimas, que partió a las siete de la tarde desde la parroquia de San Juan Bautista y María Auxiliadora arropada por sus fieles. Al son de la agrupación musical nuestra señora de la Paz, de Mérida, inició su estación de penitencia Jesús de la Humildad, obra del escultor llerenense Luis Peña. El paso, portado por 60 mujeres, estrenaba los cuatro faroles y los bordados de los respiraderos.

Tras el hijo iba su madre maría santísima de Las Lágrimas, de autor desconocido, que este año lucía una saya nueva. Portado por 30 hombres, el paso de la Virgen enfiló la calle Santa Ramona al ritmo de la agrupación musical Santa Cecilia, de Mérida, para tomar rumbo al centro de la ciudad, donde volvieron a vivirse momentos emocionantes como a su paso por el Templo de Diana.

Una hora y media más tarde, en uno de los barrios con más pellizco cofrade, se echaron a la calle desde la ermita del Calvario los pasos de la oración en el huerto, la flagelación de Jesús, nuestro padre Jesús Nazareno y María santísima de la Amargura. Entre los estrenos que puso ayer en la calle la cofradía más antigua de la Semana Santa emeritense destacaron los relieves en las capillas del paso de la Oración, la restauración y dorado de los faroles del Nazareno, y los ángeles pasionarios que sujetan la cruz, realizada por José Manuel Moreno.

En la jornada de hoy, Miércoles Santo, procesionarán la cofradía de las Tres Caídas, que saldrá desde Nueva Ciudad a las 19.45 horas, y la del Nazareno, que saldrá a las 20.30 horas desde la basílica de Santa Eulalia.