Al menos 15 personas murieron aplastadas ayer por la tarde y otras 10 resultaron heridas muy graves al producirse una avalancha en el acceso a un festival musical en la ciudad alemana de Duisburgo. Según las primeras informaciones de la policía de esta localidad ubicada al oeste del país, las víctimas fallecieron en el túnel de entrada al recinto donde se estaba celebrando la multitudinaria Love Parade, una fiesta de música electrónica que tiene más de 20 años de vida.

La celebración había comenzado alrededor de las dos del mediodía. Como ocurre en otras citas de estas características, más de 15 carrozas se habían paseado por las calles de esta localidad de solo medio millón de habitantes como paso previo a los conciertos que se iban a celebrar en la antigua estación ferroviaria de mercancías de Güter. La afluencia masiva pudo ser el detonante de la tragedia. De hecho, semanas atrás la policía de Duisburgo ya había alertado de las dificultades que podía entrañar el hecho de celebrar este festival, que se estrenó en Berlín en 1989 pero que ha visitado muchas ciudades alemanas, por las multitudes que acostumbra a congregar. Un total de 1.200 agentes estaban distribuidos ayer por el municipio para vigilar el acontecimiento, que congregó alrededor de 1,4 millones de personas, según los primeros cálculos. Sobre las cinco de la tarde, según narraron diversos testigos, la galería de acceso a la estación ferroviaria estaba llena a rebosar. No se sabe por qué motivo se desencadenó exactamente el accidente: si fue por una estampida humana o si se bloqueó la entrada porque el aforo estaba completo y quienes no podían entrar empujaron al resto de asistentes.

Además de las 15 víctimas, otros 10 perdieron el conocimiento y tuvieron que ser reanimados por los servicios de emergencia tras el incidente, según reveló el jefe de la policía, Ralf Klauck. Entre los fallecidos había nueve mujeres y cinco hombres. Los heridos de menor consideración podrían superar el centenar, según algunas fuentes.

No obstante, los organizadores de la Love Parade prefirieron no suspender inmediatamente las actuaciones que se estaban llevando a cabo en el recinto de la antigua estación para que no cundiera el pánico.