Más de 20 días de lluvias persistentes en todo el sur de Asia, las peores que se recuerdan en algunos lugares, han forzado el desplazamiento de 20 millones de personas en la India, Bangladés y Nepal.

En total se han contabilizado al menos 150 muertos, centenares de heridos y miles de hectáreas de tierras de cultivo están bajo las aguas. La mayoría de los supervivientes han perdido sus pocas pertenencias.

En términos absolutos, el país más afectado ha sido la India, con 12 millones de desplazados, pero en términos relativos a su población el más castigado es Bangladés, donde 5,5 millones de habitantes han abandonado sus hogares.

Los peores monzones se registraron en los estados indios de Asam, Uttar Pradesh y Bihar. Concretamente, en este último las autoridades locales están siendo duramente criticadas por su incapacidad para hacer frente a la tragedia y proveer de ayuda a los afectados.

El Tribunal Supremo de Patna, la capital de Bihar, fue el que encabezó las críticas, seguido por el ministro federal de Ferrocarriles, Laloo Prasad Yadav, natural de la localidad de Bihar.