El exceso de velocidad o un fallo en los frenos son las causas más probables del accidente de autocar que a las 9.30 de la mañana de ayer costó la vida en Francia a 26 peregrinos polacos y heridas graves a 14 más que acababan de visitar el santuario de Notre-Dame de la Salette, en el departamento de Isère, en los Alpes. El vehículo cayó a un barranco y posteriormente se incendió. La mayoría de las víctimas, de entre 55 y 75 años, murieron carbonizadas.

El autocar había salido de Polonia el día 10, ocupado por 47 peregrinos, dos conductores y un acompañante. Se trataba de una excursión parroquial de la ciudad de Szczecin para visitar varios lugares de peregrinaje, entre ellos Fátima, en Portugal, y Lourdes, en el sur de Francia. La visita a Notre-Dame de la Salette, donde habían llegado al sábado, era la última, ya que el martes tenían previsto regresar, según un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores polaco.

A unos 30 kilómetros al sur de Grenoble, en el descenso de Laffrey, conocido por su peligroso desnivel, el autocar se salió de la calzada en una curva, rompió las protecciones, se precipitó al barranco de La Romanche, una caída de 15 metros, y se incendió. El saldo es de 26 muertos, 14 heridos graves y 10 leves. Para identificar a nueve de los cadáveres, carbonizados, habrá que recurrir a análisis de ADN. Los heridos más graves fueron trasladados al hospital de Grenoble.

RUTA PROHIBIDA Testigos citados por la Gendarmería afirman que observaron problemas en el sistema de frenado, "con una humareda negra inhabitual". En el mismo lugar se han producido numerosos accidentes, por lo que el paso por esta carretera está prohibido para autocares y camiones que no tengan de oble sistema de frenado.

El accidente más grave en esta ruta ocurrió, en el mismo lugar, el 18 de julio de 1973, con un balance de 43 muertos y seis heridos. Viajaban en un autocar belga. "Siempre los mismos accidentes y las mismas causas y, pese a ello, no se da seguridad a este descenso", se lamentó en la emisora France-Info el alcalde de Laffrey, Jean-Jacques Defaite.

La mayoría de camiones y autocares disponen del doble sistema de frenado desde hace 15 años. El primer ministro francés, François Fillon, que se desplazó al lugar del accidente y visitó a los heridos en Grenoble, insinuó que el autocar polaco no tenía instalado el doble sistema.

La empresa propietaria, citada por la agencia polaca Pap, afirmó que el autocar, de siete años de antigüedad, había pasado recientemente en Alemania un control técnico. "Antes del peregrinaje, el autocar había estado en España y todo estaba en orden. Los dos chóferes eran profesionales experimentados", declaró un portavoz.

Además de Fillon, acudieron al lugar los ministros de Ecología, responsable de la seguridad vial, y el de Interior. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibió en el aeropuerto de Grenoble a su homólogo polaco, Lech Kaczynski, que se desplazó para visitar a los heridos.