Un total de 35 ballenas piloto murieron tras quedar varadas ayer en una playa de la Isla del Norte, en Nueva Zelanda, mientras que otras 40 fueron devueltas con vida al mar por equipos de voluntarios, mientras que en aguas colombianas murieron una ballena jorobada adulta, otras cuatro jóvenes y dos ballenatos han muerto en las aguas colombianas del océano Pacífico en la actual temporada de reproducción de estos cetáceos.

Las ballenas fallecidas en Nueva Zelanda fueron descubiertas en la playa de Ruakaka, en la región de Northland, por trabajadores de una refinería cercana, según la radio neozelandesa. Los operarios y voluntarios del Ministerio de Conservación consiguieron reflotar 40 de las ballenas pero no pudieron hacer nada para salvar al resto.

Embarcaciones del Ministerio guiaron a las ballenas mar adentro para que no regresaran a la playa.

El número de muertes causa alarma porque supera en cerca del 100 por ciento a la media histórica de los últimos siete años, dijo a Efe el biólogo chileno Juan Capela, coordinador de Investigación de la Fundación Yubarta, con sede en la ciudad suroccidental de Cali.