La Audiencia Provincial de Navarra ha necesitado solo 10 días para dictar sentencia contra Jaime Giménez Arbe, alias El Solitario , acusado de matar a dos guardias civiles el 9 de junio cuando le interceptaron por una infracción de tráfico en Castejón. El atracador de bancos, que ayer mantuvo una actitud menos juguetona que en anteriores citas judiciales, deberá cumplir 47 años de cárcel: 20 por cada asesinato y siete por tenencia ilícita de armas de guerra. También tendrá que indemnizar a los familiares de los agentes Juan Antonio Palmero y José Antonio Vidal, y al Estado, por los daños ocasionados en un coche del Instituto Armado.

El tribunal estima que El Solitario actuó "con intención de matar, sin mediar intercambio alguno de palabras, de manera inesperada, absolutamente sorpresiva, y sin que los agentes de la autoridad dispusieran de la menor posibilidad de defensa". El atracador, concluye la resolución, "disparó a los guardias civiles 21 proyectiles con un subfusil M3 de fabricación americana". El arma, una reliquia usada en la segunda guerra mundial por el Ejército de EEUU, ha sido una de las pruebas clave para encerrarle, ya que, según los informes de balística, el subfusil utilizado en el crimen es el mismo que se le intervino a Giménez Arbe cuando fue detenido en Portugal.

AGENDA CON BOCETOS El testimonio de varios testigos protegidos que aseguraron haber visto al acusado conduciendo un todoterreno en la zona del doble asesinato y la agenda repleta de bocetos con detallados planes de fuga --que incluían la zona de Castejón-- han acabado por convencer al tribunal de la culpabilidad de El Solitario .

El atracador volvió a defender su inocencia atribuyendo el crimen a un terrorista corso. La sala afirma que "tales versiones resultan absolutamente rocambolescas, carecen del más mínimo indicio que las apoye y adolecen de falta de verosimilitud". La sentencia señala, por ejemplo, que "no consta, según declaraciones policiales, la actuación en España de grupo terrorista alguno de tal origen".

También responde a la afirmación de Giménez Arbe de que él recibió el arma utilizada en el crimen el mismo día de los hechos. "Si usó dicho arma en Vall de Uxo, si declaró que se la quedó ´hasta lo de Portugal´, no parece que haya podido haber ninguna entrega como la aludida", apunta la sentencia. La sala concluye que "las versiones que expuso en su descargo nos resultan de todo punto inverosímiles", según informa Europa Press.