El cannabis, una sustancia que consumen habitualmente dos millones de españoles y que han fumado en el último mes uno de cada cinco jóvenes, pasa factura. Un estudio pionero en el mundo realizado por el Plan Nacional sobre Drogas revela que casi 50.000 jóvenes de 14 a 18 años presentan lo que los expertos llaman un consumo problemático. Esta denominación, fruto de un consumo frecuente y peligroso, más allá del canuto de fin de semana, se traduce en un serio riesgo de adicción y de sufrir secuelas físicas, psicológicas y sociales.

La investigación, presentada ayer por la delegada del plan, Carmen Moya, se basa en una encuesta específica a 14.589 estudiantes, una de las más amplias efectuadas sobre el tema en todo el mundo. Con el objetivo de delimitar el alcance del consumo de maría, los autores se han servido de la escala CAST, diseñada por expertos franceses y basada en seis preguntas indirectas y cinco baremos.

Los participantes han respondido a preguntas como si fuman canutos antes del mediodía o en solitario, si han tenido problemas de memoria, de comportamiento y sin han intentado reducir o dejar el cannabis sin éxito.