La lectura no parece interesar ni a los escolares ni a los profesores. Un demoledor estudio presentado ayer, realizado en 400 centros escolares, en el que han participado 40.000 alumnos y 20.000 profesores de toda España, revela que el 40% de los docentes de Primaria y Secundaria y el 50% de los alumnos no acuden nunca a la biblioteca del colegio. La investigación ha sido dirigida por Alvaro Marchesi, catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid y director del Instituto Idea.

Sólo un 24% de los docentes de estas etapas (6-16 años) utiliza la biblioteca semanalmente. La mayoría se limitan a trabajar con el libro de texto. "Hay que tener en cuenta que las horas en que las bibliotecas permanecen abiertas son escasas y hay pocos libros de conocimientos en la mayoría de las áreas. Pero los datos muestran que no existe el convencimiento de que la lectura es un instrumento poderoso para organizar la información y el conocimiento y para motivar a los alumnos", advirtió en otro momento Alvaro Marchesi.

Los alumnos indican en la encuesta que las materias que más impulsan a visitar la biblioteca son las de Lengua y Literatura, Ciencias Sociales y Geografía e Historia. Sin embargo, ninguna de ellas es señalada por el 50% de los alumnos.

Las valoraciones de los profesores en relación con los aspectos mejorables de la biblioteca se centran en la falta de presupuesto y el poco uso que hacen de ella tanto los docentes como el alumnado. Los alumnos prefieren los ordenadores, la conexión a internet y los documentos electrónicos. Apenas la mitad de los estudiantes desea que se mejore el horario de apertura de la biblioteca o la posibilidad de hacer los deberes por la tarde acompañado por el profesor.

RECOMENDACIONES El coordinador de la investigación sitúa a la cabeza de sus recomendaciones el animar a los padres a leer a diario con sus hijos textos vinculados a las materias de la educación obligatoria y asegurar los medios suficientes para que las bibliotecas estén mejor dotadas y abiertas por la tarde, al igual que durante los fines de semana. Marchesi propone que su responsable se dedique a ello, al menos, durante la mitad de su jornada.

También propugna que todos los alumnos realicen de manera obligatoria un trabajo monográfico interdisciplinar al final de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y que se incorpore la lectura de libros de viajes, historia, geografía o hechos científicos como medio de adquisición de conocimientos.