Cincuenta y tres profesionales de la información murieron el año pasado ejerciendo su trabajo o por expresar sus opiniones, la cifra más alta desde 1995, según denuncia el informa anual de la organización Reporteros sin Fronteras (RSF). Otras 15 personas que les ayudaban (guías, chóferes, traductores o agentes de seguridad) también murieron. El informe denuncia que Irak es el país más peligroso actualmente para los periodistas.