Los datos referentes a la entrada y salida de extranjeros por los puestos fronterizos parecen increíbles. De los 714.767 latinoamericanos que entraron en España el año pasado, 613.808 no regresaron a su país, por lo menos desde suelo español, según los datos de la dirección general de la Policía a los que ha tenido acceso este diario. La gran mayoría pueden haberse quedado a vivir en nuestro país de modo irregular pasando a engrosar la cada vez mayor bolsa de sin papeles, según las fuentes oficiales consultadas.

Las cifras más abultadas corresponden a Argentina, un país cuya crisis económica está llevando a la emigración a miles de ciudadanos. 109.570 no volvieron a casa. Detrás está Ecuador. De los 101.432 que accedieron a España, sólo regresaron 874. Los colombianos (44.579 se quedaron) y peruanos (26.643) también presentan cifras abultadas.

Otros dos países con alto índice de personas que no regresan --México y Venezuela-- no son indicativos porque la mayoría de entradas la protagonizan personas de alto poder adquisitivo en viaje de turismo, que pueden haber vuelto a casa desde cualquier otro país del pacto de Schenguen.

Este motivo, la falta de controles fronterizos de los países adheridos al tratado, es el que lleva al Ministerio del Interior a restar valor a las cifras. "No es posible saber cuántos se han traslado a otros países europeos para quedarse allí o han regresado a su país desde los mismos", señalaron fuentes del departamento.

Pero el mismo argumento sirve para la situación contraria. La cifra de los que se han trasladado podría quedar compensada por un número equivalente de latinoamericanos que hayan entrado a Europa por los mismos y hayan regresado a su país a través de España o se hayan quedado aquí.

LA PEOR PUERTA

Hay que recordar, es este sentido, que para entrar a Europa de modo irregular, España no es la mejor puerta, dados los controles que desde hace tiempo se han intensificado especialmente en Barajas. Muchos ecuatorianos, por ejemplo, llegan a España tras haber aterrizado en Holanda con la compañía aérea KLM.

Ha sido precisamente el enorme volumen que ha alcanzado la entrada irregular de latinoamericanos lo que ha llevado al Gobierno a incluir un apartado dedicado a las compañías aéreas en su tercera reforma de la ley de extranjería. El texto obligará a las aerolíneas a informar de la identidad de los que no usan los billetes de regreso a su país.