El abogado del Solitario , José Mariano Trillo, hermano del exministro de Defensa Federico Trillo trazó ayer un retrato de su cliente en el que este aparecía como un moderno Robin Hood. Tras entrevistarse en la prisión lisboeta de Monsanto con Jaime Jiménez, nombre del famoso atracador de bancos el jurista presentó sus conclusiones: "parece que venga del Oeste o de la selva. Es una especie de cuatrero. Un cimarrón. El dice que trabaja por la liberación del pueblo, porque los bancos atacan los intereses de las personas". Si no fuera porque el Solitario está acusado de la muerte de dos guardias civiles en Navarra, todo sería desternillante.

Y, de hecho, eso es lo que pareció pretender Trillo durante una supuesta rueda de prensa que tuvo mucho más de sainete. El abogado no ofreció ningún argumento jurídico, pero hizo todo lo que el Ministerio del Interior no quiere que se haga.

Poco después de su arresto, el departamento cerró el grifo de las informaciones sobre el atracador. No deseaba que el delincuente común más buscado de España, responsable de más de 30 atracos y capaz de dispararle un tiro en la pierna al empleado de un banco porque el botín de la caja --835 euros-- era escaso para sus expectativas, se convirtiera a los ojos del público en una especie de indómito y simpático criminal a través de su nutrido anecdotario.

ACUSACIONES SIN SENTIDO El abogado Trillo lanzó inverosímiles e incomprensibles acusaciones contra Juan Carlos Rodríguez Ibarra, expresidente de la Junta de Extremadura, y Enrique Rodríguez Galindo, exgeneral de la Guardia Civil, a quienes acusó de haber encubierto la muerte de un pastor hace 11 años. Según esta versión, después de un atraco de ´El Solitario´ a la Caja de Ahorros de una localidad extremeña, una patrulla de la Guardia Civil confundió a este pastor con el atracador y le tirotearon, siendo los dos altos cargos antes nombrados los encargados de echar tierra sobre el asunto.

Por su parte, el expresidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, niega rotundamente estos hechos y quiso ayer dejar muy claro que no tiene ni el más mínimo conocimiento de la información vertida sobre su persona acerca del supuesto crimen de un pastor en Zafra en el 1996 y su posterior encubrimiento a los que ha hecho referencia José Mariano Trillo. De igual manera, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, mostró su total rechazo a la acusación del abogado por considerar que "ni tiene sentido, ni tiene fundamento", mientras que desde la ejecutiva del PSOE se estudiará adoptar posibles medidas legales al respecto.

El letrado dijo que su defendido se inició en el mundo del crimen en 1983 de la mano de la "mafia marsellesa", que tiene debilidad por las parejas foráneas, y que está "arrepentido", aunque, por supuesto, "no ha matado a nadie".