La fatalidad parece haber escrito las vidas de los niños de la calle que aparecían en la película La vendedora de rosas. Seis de ellos han sido asesinados y la protagonista, Leidy Tabares, fue acusada ayer de haber participado, en agosto, en el homicidio de un hombre al que le robó el coche. Tabares, de 20 años, se pasó la adolescencia malviviendo por los locales nocturnos de Medellín, donde vendía flores. Su ruta inspiró a Víctor Gaviria, que en 1996 filmó La vendedora de rosas, con ella y otros chavales de la calle.