Los adolescentes españoles tienen una deuda de sueño crónica, ya que más de un 60% de ellos duermen una hora o dos menos de las nueve aconsejadas, muchos alteran su rutina radicalmente con las salidas nocturnas del fin de semana y algunos entregan su descanso a aparatos como la tele o el ordenador.

Ante la vuelta al colegio, los expertos consultados por Efe expresaron su preocupación por una situación tolerada socialmente y que, sin embargo, conlleva un bajo rendimiento académico fruto de la somnolencia que va acompañada de cefaleas, falta de concentración y de memoria y, en los más pequeños, de hiperactividad.

Rosa Peraita, que dirige la Unidad de Trastornos del Sueño del Hospital madrileño Gregorio Marañón, se refirió a que la escasez de sueño provoca "cambios en el estado de ánimo" de los adolescentes, tales como "tristeza, irritabilidad, cólera o miedo".

Los estudiantes, que palían esta situación con el consumo de sustancias estimulantes, como cafeína, nicotina y/o depresoras como el alcohol, pueden tener "dificultad para controlar las emociones, experimentar un aumento de la impulsividad", así como presentar "problemas de conducta y agresividad".

El doctor Francisco Segarra, psicólogo clínico y coordinador de la Clínica del Sueño Estivill, se refirió a que muchos padres acuden a la consulta preocupados por que sus hijos no estudian y se pasan la noche "colgados" a los videojuegos o al messenger y añadió que en algunos casos esta situación deriva en un "trastorno del ritmo circadiano de sueño, es decir, en una alteración del ritmo biológico".

Esta patología puede corregirse con medidas de tipo cronobiológico, consistentes en una exposición a luz brillante de manera controlada, y mediante cronoterapia, método basado en retrasar de manera sistemática la hora de acostarse hasta conseguir dormirse a una hora deseable, puntualizó el experto.