Los aeropuertos españoles han recuperado prácticamente la normalidad tras el caos provocado por la nube de cenizas del volcán islandés Eyjafjalla, lo que se ha traducido en un 1% de cancelaciones hasta las 13.00 horas --45 vuelos sobre un total de 5.254 programados para hoy--.

"Seguramente se producirán más cancelaciones, pero de forma muy somera, porque afortunadamente esto tiende a la normalidad y ya estamos en dígitos normales", han explicado los portavoces de AENA, quienes también han informado de que todavía existen restricciones "muy específicas" en "Escocia, Suecia, Noruega y Finlandia".

Así pues, el aeropuerto de Barcelona está operando con normalidad y no tiene previsto cancelar ninguno de los 817 vuelos programados para esta jornada, a excepción de seis trayectos "por un tema de reubicación y reestructuración de las compañías". En la misma línea se encuentra Iberia, que ha recuperado la normalidad en todos sus vuelos con una puntualidad hasta las 13.00 horas del 90% después de que ayer reabriera sus rutas.

La Agencia Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol) ha reiterado esta mañana que el tráfico aéreo volverá hoy a la normalidad en Europa y que podrán realizarse entre 28.000 y 29.000 vuelos en el continente --frente a los 22.189 de ayer--, según su última actualización.

RECLAMACIONES A LAS AEROLÍNEAS

La presidenta del Consejo de Consumidores y Usuarios (CCU), Francisca Sauquillo, ha anunciado hoy que el pleno de esta organización se reunirá el miércoles 28 para consensuar medidas que eviten nuevas situaciones de indefensión derivadas de la "desinformación" en la que, a su juicio, han incurrido las compañías aéreas.

Facua y la Unión de Consumidores de España (UCE) han denunciado por su parte que algunas compañías no han informado a los pasajeros de algo tan básico como que tienen derecho a que se les reembolse el dinero del billete.

A este respecto, el ministro de Fomento, José Blanco, ha afirmado que las ayudas por los perjuicios económicos ocasionados por la suspensión de los vuelos en Europa deben llegar no solo a las compañías sino también al turismo, que ha sufrido "un impacto directo".