Las Matemáticas son para muchos alumnos una asignatura hueso , pero para otros es todo lo contrario. Es el caso de Rubén Leandro Moro, un estudiante de 13 años de segundo de ESO del Instituto Gabriel y Galán de Plasencia que, gracias a su esfuerzo, capacidad y habilidad para resolver problemas matemáticos, representará a Extremadura en la fase nacional de la Olimpiada Matemática, que tendrá lugar a finales de mes en Canarias. Le acompañarán otros dos alumnos de la provincia, Daniel Alberto Martín Martín, estudiante del IESO Cella Vinaria de Ceclavín y Víctor Rodríguez Pastor, del IES Alagón de Coria.

Para llegar a esta fase nacional, Rubén tuvo que superar una comarcal en Plasencia y la más reciente, en Mérida, de la que salió ganador junto a Daniel y Víctor. En la capital extremeña tuvo oportunidad de practicar las matemáticas en espacios como el museo romano o el templo de Diana y en una segunda prueba, se enfrentó a cuatro problemas "de potencias, de múltiplos, de áreas y sobre cumpleaños de alumnos de un instituto", recuerda.

Todos los resolvió, aunque dice con humildad que "uno estaba medio mal". Aún así, confirmó que su maestra Blanca Santos tuvo ojo cuando le ofreció participar en estas olimpiadas junto a otros alumnos de la clase. El confiesa que le gustan las matemáticas y dice con una media sonrisa que sus compañeros de clase le consideran "un poco cerebrito".

Estuvo a punto de no participar en la olimpiada porque "juego al baloncesto y ese día tenía partido", pero se presentó y ahora está más que contento con el resultado. "Cuando llegué a clase después de la fase de Mérida los compañeros me recibieron con un aplauso", dice tan orgulloso como lo están sus padres, su hermano Jesús, su profesora de Matemáticas y el instituto Gabriel y Galán.

La afición por las matemáticas le viene de pequeño, dice que no le resultan difíciles y que lo que sabe se lo debe "a mis profesores del colegio y del instituto". Para aquellos a los que se les resiste esta asignatura tiene un consejo: "Es cuestión de practicar. Cuando practiquen, al cabo del tiempo resolverán el problema y se divertirán con ellas".

El lo hace cuando se trata de problemas relacionados con áreas y también cuando juega al ajedrez o hace sudokus, aunque confiesa que los problemas de potencias y fracciones no le entusiasman. Rubén no tiene reparos en ayudar a sus compañeros de clase o a su hermano con el cálculo y tiene claro lo que quiere hacer en Canarias: "Si puedo, voy a intentar ganar".

Para ello, se aplica su propia fórmula, practicar, y tiene pensado prepararse problemas que ha conseguido gracias a un amigo de ediciones anteriores de la Olimpiada Matemática.