La capa de ozono sobre el polo sur sufre este año un inesperado debilitamiento, tras dos años de mejora, y el llamado agujero, la zona con un desgaste más peligroso, ha alcanzado el mismo tamaño que en septiembre de 2000, considerado hasta ahora el récord negativo. Según informó ayer la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dependiente de las Naciones Unidas, el agujero en la capa de ozono mide aproximadamente 28 millones de kilómetros cuadrados, tres veces Europa, y cubre holgadamente toda la Antártida.

La mala noticia contrasta con la situación del pasado septiembre, la más optimista de la última década. En aquel entonces, la superficie considerada agujereada se redujo hasta el punto de que se partió en dos. Ayer, la OMM buscó explicaciones y afirmó que "las condiciones atmosféricas del 2002 fueron excepcionales, con mucho calor sobre la Antártida, lo que ayudó a reconstruir temporalmente la capa", según dijo a la prensa el especialista Michael Proffitt. Sin embargo, quizá lo fundamental es que "la fluctuación anual de la talla depende más de la meteorología que de la química". Es decir, de la distribución. La zona afectada por el debilitamiento, incluso pequeño, puede ser más extensa aunque no se reduzca la concentración media.

El ozono en altitud protege la Tierra y favorece la vida al absorber las peligrosas radiaciones ultravioletas procedentes del Sol. El experto de la OMM precisó que resulta difícil calcular con exactitud la talla del agujero, ya que en realidad no es que el ozono desaparezca, sino que se reduce hasta niveles peligrosos que ya no filtran los rayos solares.

RAZON SANITARIA

El impacto más conocido atribuible al debilitamiento de la capa es de orden sanitario, un aumento de cánceres de piel y de cataratas, y las regiones más afectadas son las más cercanas a los polos, como Australia, el cono sur americano o Escandinavia. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que cada año se producen entre dos y tres millones de nuevos casos de melanomas y más de 130.000 cánceres de piel. "Una simple quemadura de sol durante la infancia aumenta significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la edad adulta", insistió la OMS el martes.

La OMM admite que el agujero aún podría aumentar algo, puesto que los mínimos anuales suelen alcanzarse a finales de mes.