LA PRESENCIA de numerosos bancos de medusas en el litoral catalán obligó ayer a la Cruz Roja a izar la bandera amarilla en 10 playas, ocho en la Costa Brava y dos en la ciudad de Barcelona. La sequía y la falta de depredadores han provocado este verano la proliferación de estos animales. Desde principios de la temporada, a mediados de junio, Cruz Roja ha atendido más de 4.000 bañistas con picadas de medusa. Para evitar las picadas, es fundamental no meterse en el agua, ni caminar cerca de las olas. Por eso cuando los socorristas detectan un aumento de casos o la presencia de grupos de medusas en la arena deciden izar la bandera amarilla --recomienda precaución-- o la roja --prohíbe el baño--.