Steve Fossett, quien asegura ostentar 116 récords mundiales en cinco deportes distintos, sorteó la muerte una y otra vez durante sus largas aventuras transoceánicas en globo, pero ha desaparecido durante un vuelo breve y rutinario en avioneta monomotor. El pasado lunes, a primera hora de la mañana, este magnate de la Bolsa despegó en solitario desde una exclusiva finca de Nevada --perteneciente a una de las millonarias familias con las que él suele codearse, los Hilton--, y, desde entonces, no se le ha vuelto a ver. Solo tenía combustible para unas cuatro o cinco horas de vuelo. "Estamos buscándolo con todos los medios a nuestra disposición --ha dicho una portavoz del equipo de rescate--. Haríamos lo mismo por cualquiera".

Pero Fosset, norteamericano de 63 años, no es ningún cualquiera. Es, junto al fundador de la compañía Virgin, Richard Branson, con el que ha llevado a cabo varias travesías, el paradigma del explorador del siglo XXI, esa nueva especie de aventurero que nada tiene que ver con las figuras románticas y sufridas del XIX. De él, aseguró el martes pasado Branso que

"Steve es un tipo duro".