El ministro de Sanidad, Bernat Soria, ha acusado hoy al PP de haber intervenido directamente en la relación médico-enfermo, en el caso del hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), "algo que, lo voy a decir con mucha brutalidad, ni Franco se atrevió". En declaraciones a Antena 3 Televisión, el ministro ha considerado que las acusaciones vertidas sobre el coordinador de Urgencias de ese hospital, el doctor Luis Montes, y otros profesionales de su equipo, en las que se cuestionaba su calidad profesional y humana, es "uno de los atentados más graves" contra la sanidad publica.

A su juicio, lo más grave que ha ocurrido después de este caso, sobre supuestas sedaciones ilegales, es que algunos médicos se negaron a aplicar estos cuidados paliativos para "intentar curarse en salud", lo que ha supuesto que "muchos pacientes hayan sufrido mucho". El ministro ha insistido en la obligación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de disculparse y pedir perdón, y ha criticado la tónica del PP de "no dar la cara", aunque ha precisado que no pide "la dimisión de nadie".

Respecto a las recientes muertes ocurridas en personas obesas sometidas a operaciones de reducción de estómago, Soria ha explicado que se trata de situaciones límite, que se han producido en ocasiones en centros que no pertenecen al sistema público de salud, que es el que más garantías ofrece a los ciudadanos. No obstante, ha reconocido que el sistema público, que está transferido a las comunidades autónomas, "aun continúa teniendo listas de espera demasiado largas" y que -a su juicio- "cualquier ministro de Sanidad debería hacer lo posible para disminuirlas".