La posible decisión de la Junta de restringir la prestación de tiras reactivas de determinación de glucosa en sangre para el tratamiento de las personas con diabetes a solo un par de marcas, ha provocado un gran malestar en este colectivo. De salir adelante, afectará a casi 100.000 diabéticos extremeños. Para hablar de esta y otras cuestiones, Bernat Soria, exministro de Sanidad y médico especialista en esta enfermedad, participará mañana en Mérida en la jornada Diabetes en Extremadura: Retos y Oportunidades . Antes atiende a este periódico.

--Se habla de la diabetes como la epidemia del siglo XXI. ¿Cuál es la situación en el país?

--Es una patología con alta prevalencia que crece. En el mundo, cada minuto mueren 6 personas con diabetes y otras doce debutan. En España, se sabe que un 7-8% de la población entre 20 y 80 años la sufre, es decir, casi tres millones de personas. Ha pasado a ser un problema de salud pública con una incidencia directa en la calidad de vida y en el gasto sanitario.

--¿Qué papel debe jugar el paciente en su gestión?

--Las enfermedades crónicas son con diferencia el objetivo más importante de cualquier sistema de salud. Casi el 40% de las complicaciones de la diabetes se pueden prevenir y esa es la principal fuente de gasto sanitario. Lo caro de la diabetes no es la insulina, las bombas o las tiras reactivas, sino el tratamiento de las complicaciones.

--Para ello, ¿Qué herramientas necesita el paciente?

--Un sistema integral de salud como el que se ha desarrollado en España, donde la educación diabetológica y las estrategias de prevención secundaria, es decir, prevención de las complicaciones, son esenciales. Eso exige un control continuo de la glucemia, tanto en el diabético tipo 1 como en el tipo 2 y, muy importante, en la diabetes gestacional.

--En su opinión, ¿Las administraciones facilitan al paciente todo lo necesario para una gestión óptima de su enfermedad?

--Para cualquier observador nacional o extranjero es admirable lo que España ha hecho en los últimos veinticinco años. Nuestro sistema nacional de salud es de los mejores del mundo. En 2006, se alcanzo un acuerdo nacional en el Consejo Interterritorial sobre la Estrategia en Diabetes. Aunque se aprobó por unanimidad y se aprobaron planes regionales que lo desarrollaban, tengo noticias de que no se está cumpliendo. En un tema así no estoy dispuesto a ser flexible. El precio que pagaremos al final será mucho más caro. La diabetes ya nos cuesta entre el 6 y el 7,5% del total del gasto, pero se sabe que en una mal controlada, el gasto sube entre 3 y 10 veces, un coste difícil de asumir.

--¿Cómo se conjuga esto, en una coyuntura económica tan complicada como es la actual?

--Lo preocupante de esta situación de crisis es que la reducción de gasto, por otra parte necesaria, se aplique de forma lineal, sin priorizar las decisiones, y que lo urgente prime sobre lo importante. Lo importante es la prevención primaria, cuando sea posible, y luego, la prevención de las complicaciones.

--Con una organización sanitaria autonómica ¿Es importante establecer criterios uniformes consensuados para el tratamiento adecuado de este mal?

--Tenemos una estrategia nacional, los planes aprobados son buenos. Nos faltan un par de cosas, disponer de buenas guías de salud y saber aplicarlas. Me explico, hay patrones generales, como las guías o los planes, que sirven para que la Administración planifique la gestión, pero si hablamos de diabetes podemos hallar situaciones personales a tener en cuenta. Por ejemplo, el control de la glucemia en un paciente pediátrico no es el mismo que el de una embarazada o el de un paciente tipo 2 que recibe insulina. Los consensos se tienen que cumplir, las excepciones tienen que estar previstas y la decisión, en los profesionales.

--En Extremadura desde hace algún tiempo las asociaciones de pacientes reclaman porque no quieren ver reducida la prestación pública para el control de la diabetes. ¿Qué opinión tiene al respecto?

--Extremadura ha hecho un gran esfuerzo, pero igual que ocurre en otras regiones la prevención de las enfermedades crónicas es la hermana menor de los sistemas de salud. La cartera de servicios se aprueba en el Consejo Interterritorial y su aplicación no es cuestionable. Si los pacientes tienen esa percepción es el momento de analizar el problema y de buscar y encontrar soluciones. En cualquier, caso yo estaré siempre al lado del paciente, donde siempre he estado.

--En conclusión, ¿cuáles son los asuntos pendientes para el tratamiento de la diabetes?

--Hace cinco años coordiné el libro Abordaje Integral de la Diabetes y no voy a dar una respuesta de 200 páginas. Para resumir, enumeraré los campos de trabajo: investigación, diagnóstico precoz, prevención primaria y secundaria de la diabetes y, cada vez más, es necesaria la medicina personalizada.