Los informes sobre las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein no fueron los únicos manipulados por la Casa Blanca, para justificar la guerra. El Gobierno de George Bush ha alterado informes científicos sobre la relación entre emisiones de gases contaminantes y calentamiento terrestre, para restarles importancia y respaldar el rechazo de EEUU al Protocolo de Kioto, de 1997, que trata de combatir el cambio climático.

Según reveló ayer The New York Times , Philip A. Cooney, jefe de gabinete del Consejo sobre Calidad del Medio Ambiente de la Casa Blanca, alteró en el 2002 y el 2003 informes sobre cambio climático, para subrayar la incertidumbre de los propios científicos sobre sus causas. Antes de llegar al equipo del presidente Bush, Cooney era el jefe de la división del clima del Instituto Americano del Petróleo, que representa los intereses de esa poderosa industria.

DE CERTEZAS A SUPOSICIONES Los cambios que Cooney realizó en los informes fueron sutiles pero diseñados para alterar eficazmente las advertencias de los científicos al Gobierno. Por ejemplo, cambió una frase del informe Nuestro Cambiante Planeta, de octubre del 2002. Originalmente se decía: "Muchas observaciones científicas indican que la Tierra está atravesando un periodo de cambio relativamente rápido". El la alteró para que la afirmación pasara a ser una posibilidad: "Muchas observaciones científicas apuntan a la conclusión de que la Tierra puede estar atravesando un periodo de cambio relativamente rápido".

El Instituto Americano del Petróleo, de donde procede Cooney, se ha esforzado en contrarrestar el Protocolo de Kioto. Se ha dedicado a promover la tesis de que las incertidumbres científicas sobre las causas del calentamiento global son tantas y tan complejas que no sirve de nada limitar las emisiones de gases contaminantes que proceden, principalmente, de la combustión del petróleo y el carbón.

Bush rechazó comprometerse en la reducción de estas emisiones, tal como pide el protocolo y ya han hecho los países de la Unión Europea y Rusia. Bush se limitó a pedir a la industria que ralentice voluntariamente el incremento de emisiones.

Expertos en clima citados por el rotativo opinaron que la manipulación de datos es un ejemplo de los esfuerzos de la Casa Blanca para combatir el recorte de emisiones.