Las intensas labores de búsqueda que llevan a cabo las autoridades y más de 45 grupos de voluntarios para dar con el paradero de Sonia Carabantes, la joven desaparecida el jueves pasado en Coín (Málaga), dieron ayer un fruto que reduce las esperanzas: un pantalón vaquero similar al que la joven llevaba aquel día. La prenda no tiene rastros de sangre.

El vaquero fue localizado, a unos tres kilómetros del último lugar en que fue vista con vida, por uno de los grupos de voluntarios, y ya está siendo analizado por la policía. El hallazgo de los pantalones se suma a los de diversos enseres personales que han ido apareciendo durante estos días. Un abanico y una toalla fueron encontrados a última hora del sábado, junto con un cinturón del que no se ha podido determinar si pertenecía o no a la desaparecida.

Además, a pocos metros de la casa se han encontrado un zapato, el móvil y el bolso de la joven --todos con rastros de sangre e identificados por la madre-- y un mechón de pelo que también es objeto de análisis. El alcalde de Coín, Gabriel Clavijo, desmintió que se esté buscando al exnovio de Sonia por su supuesta relación con la desaparición --según informó la Guardia Civil--, y subrayó lo delicado de estas acusaciones: "Coín es un pueblo pequeño y la gente puede ensañarse con este joven sin motivo".

Clavijo explicó que el excompañero de la desaparecida es uno de los testigos que han declarado para aportar posibles pistas que puedan esclarecer el caso. Los dos hermanos mayores de Sonia han viajado desde Suiza --donde nació la joven-- para unirse al dispositivo de búsqueda, que a primera hora de esta mañana reanudará las labores de rastreo.