La Policía Nacional ha desarticulado en Barcelona y Santander una organización internacional de narcotraficantes que distribuía por Europa cocaína, heroína, hachís y psicotrópicos procedentes de Asia y Suramérica. La novedad es que la red estaba formada principalmente por tanzanos residentes en Europa cuyos proveedores eran otros compatriotas suyos afincados en los países exportadores de la droga: Argentina, Brasil, Grecia y Turquía.

La operación ha culminado con 48 detenciones y la incautación de 43,5 kilos de cocaína y 5,8 de heroína, 200 pastillas y una pequeña cantidad de marihuana, 15.270 euros, un vehículo de alta gama, documentos falsificados y el material y sustancias para adulterar la droga.

UN GRUPO ORGANIZADO La operación se inició en mayo del 2008 cuando se procedió a la detención en el aeropuerto de Barcelona del súbdito argentino Miguel Angel B., que transportaba en el interior del cuerpo 72 cilindros con más de un kilo de cocaína. Su arresto permitió detectar la existencia de un grupo organizado de ciudadanos de origen africano presuntamente dedicados al tráfico internacional de droga. El operativo se intensificó.

La investigación se dirigió en dos direcciones. Por una parte, se controló a los pasajeros de los denominados vuelos calientes, aquellos procedentes de países productores de droga. Por otra, de los datos obtenidos tras la aprehensión de correos humanos se pudo comprobar que existía una trama perfectamente estructurada y con enlaces en toda Europa occidental que realizaba las importaciones de droga hacia varias capitales: Barcelona, Madrid, Lisboa, Oporto, Londres, Roma, Atenas y Amsterdam.

La trama recibía la droga a través de personas que la transportaban en el interior de su organismo --conocidos como muleros -- o que la ocultaban adosada al cuerpo con fajas, en dobles maletas o camufladas en otros objetos. Fruto de las investigaciones, a lo largo de estos meses se han llevado a cabo varias detenciones.