La Guardia Civil ha desarticulado una red que explotaba a sin papeles indios y paquistanís en empresas agrícolas e industriales del Baix Ebre y Montsiá. Los agentes han detenido a los cuatro responsables de la banda --un paquistaní y tres españoles-- y a 31 inmigrantes que habían comprado documentación falsificada.

La operación policial, hecha pública ayer, comenzó hace seis meses, cuando los agentes detectaron en la zona un importante aumento de trabajadores asiáticos. Según la Guardia Civil, los cabecillas de la red facilitaban la entrada clandestina de los extranjeros a España previo pago de cantidades que oscilaban entre los 8.000 y 14.000 euros (1,3 y 2,3 millones de pesetas). Después, los arrestados les vendían o alquilaban falsos permisos de trabajo y residencia, para lo que debían pagar otros 6.000 euros. Los documentos tenían impreso el nombre de organismos oficiales inexistentes.

Además, los sin papeles tenían que abonar a los responsables de la red unos 4 o 5 euros diarios por transporte, así como el 50% de sus salarios para pagar seguros sociales inexistentes.

La operación, bautizada con el nombre de Ebro, se desarrolló en Amposta (Montsiá) y Tortosa (Baix Ebre). Los agentes inspeccionaron empresas del sector agrícola e industrial donde trabajaban personas de origen pakistaní e indio.