El cambio climático no es sólo una amenaza de cara al futuro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó ayer de que el fenómeno está afectando ya a la salud de los europeos con un aumento significativo de las enfermedades y muertes vinculadas a las olas de calor, lluvias torrenciales, alergias y enfermedades infecciosas. Los gobiernos de los países afectados, entre los que figura España en un lugar destacado, deben aumentar las medidas preventivas, advierte el documento que el organismo de la ONU presentó ayer en la Cumbre del Clima que se celebra en Montreal (Canadá).

Las olas de calor quizá sean el efecto más conocido del cambio climático. El informe, resultado de cuatro años de investigaciones, revela que la ola que afectó a Europa occidental en el 2003 provocó la muerte de 35.000 personas debido a golpes de calor y a complicaciones de otras enfermedades. Para el futuro, la OMS prevé, por ejemplo, que en Portugal las muertes anuales por calor pasen de las 600 actuales a 1.500 en el 2020, y en Gran Bretaña, de 800 a 3.300 en el 2050.

La expansión de las alergias debidas al polen es otra de las graves consecuencias del efecto invernadero. En los últimos 30 años la época de polinización se ha alargado entre 10 y 11 días de media en Europa. El aumento de las temperaturas ha disparado también al alza la cantidades de polen que los vegetales emiten, su capacidad de acusar alergias y ha cambiado también su distribución geográfica.

Un análisis efectuado en 10 países ha demostrado también que el aumento de un grado en la temperatura media de una semana provoca una subida de los casos de salmonelosis de entre un 5% y un 10%.