LA AUDIENCIA de Pontevedra condenó ayer a 38 años de cárcel a la pareja que dejó morir de hambre y de sed a su hijo de dos años en Ponteareas. El tribunal estima que eran conscientes de la gravedad de la situación y acusa a la madre de pasividad y al padre de indiferencia por lo que les podía ocurrir a sus hijos.