El ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, descartó ayer que un fallo técnico o humano provocaran el descarrilamiento del talgo Madrid-Cartagena en el apeadero de Tobarra (Albacete) en el que perdieron la vida dos mujeres y 28 personas resultaron heridas.

Alvarez-Cascos declaró en Murcia, donde visitó a los heridos ingresados en el hospital Virgen de la Arrixaca, que el accidente "no es normal, salvo que haya un factor externo que hiciera saltar la máquina y provocara que las pestañas de las ruedas pasaran por encima de la vía". Tras reunirse con técnicos de Renfe y autoridades locales, el ministro avanzó que las investigaciones, en las que interviene la policía, aclararán el origen del accidente.

El ministro descartó que el descarrilamiento se debiera a un error humano. El maquinista, Eduardo Finch, muy afectado todavía por el siniestro, le comunicó en su domiclio tras ser dado de alta, que en el momento del accidente notó un impacto en la máquina, anomalía que detectó la caja negra del talgo. También desestimó Alvarez-Cascos un fallo técnico. La velocidad del tren, 136 kilómetros por hora, era la normal y no se han detectado defectos en las vías ni en las traviesas, que fueron revisadas por Renfe en diciembre.

Tras las primeras inspecciones oculares, explicó el ministro, se confirmó que la zona donde el primer grupo de ruedas de la locomotora se salió de la vía está en perfectas condiciones. Poco antes de que pasara el talgo por el punto donde descarriló pasó otro tren sin que se detectara ningún problema. En un comunicado, Renfe descartó ayer que el accidente se produjera a consecuencia de un fallo humano en el proceso de conducción del convoy.