"Tranquila y preparada". Así murió Echevarría, según explicó ayer Cristóbal Entrena, que estuvo a su lado, al igual que otros amigos, una celadora, una ATS y su abogado. "La sedaron, nos dio un beso a todos y la desconectaron", añadió. Sus últimas palabras fueron de agradecimiento a los enfermos que se encuentran en su misma situación. Ayer, según el deseo de la fallecida, apenas 20 personas despidieron sus restos en un responso. Echevarría dejó escrita su última voluntad y la dirigió a su hijo biológico: pidió ser incinerada y que sus cenizas se esparzan por la costa pontevedresa.