La catástrofe de Chernobil, la mayor de la historia nuclear civil, ocurrida el 26 de abril de 1986, se sigue cobrando víctimas. Oficialmente, la explosión causó 31 muertos, pero durante los últimos 18 años han fallecido unos 25.000 liquidadores --personal que trabajó en la zona contaminada--, según datos oficiales. El número total de afectados por los efectos de la catástrofe supera los cinco millones en Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

Cientos de personas en estas antiguas repúblicas soviéticas asistieron ayer a varias ceremonias conmemorativas con motivo del 18. aniversario de la tragedia. En el cementerio Mitinskoie de Moscú, donde están enterrados 29 bomberos, las primeras víctimas mortales de Chernobil, se celebró una misa. También hubo un oficio religioso en la ciudad de Slavutich (Ucrania), donde viven los empleados de la central, que se cerró en el 2000 pero que sigue representando una amenaza por las 200 toneladas de magma radiactivo encerrado en el sarcófago.

Cerca de 600.000 personas que participaron en la construcción del sarcófago que envuelve el reactor, así como en tareas de descontaminación, recibieron elevadas dosis de radiactividad. Según el Gobierno de Ucrania, más de 8.000 liquidadores han muerto, y otros 12.000 están muy graves a causa de las radiaciones, así como el 38% de los 300.000 liquidadores de Rusia.

MAS CANCERES Las consecuencias de Chernobil causarán a largo plazo decenas de miles de muertes, y algunos expertos calculan que pueden producirse más de un millón de cánceres. Según el ecólogo ruso y académico Alexei Yablokov, el número de personas afectadas en varias generaciones llegará a 500 millones. "El ADN de las células germinales que transmiten la información genética fue dañado por la radiactividad, algo que no ocurrió ni en Hiroshima ni en Nagasaki", dijo Yablokov.

Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de tiroides en Bielorrusia supera 300 veces los niveles registrados antes de la catástrofe, y las enfermedades de todo tipo en Ucrania son un 30% superiores a lo normal. Los niños están entre los más afectados.