Es una afección causada por internet y se la llama cibercondría . Farmacéuticos, médicos de familia y especialistas de hospital observan desde hace tiempo cómo sus pacientes se dirigen a la red para buscar un sentido a sus síntomas o contrastar el diagnóstico que ya han recibido. Ocho años después de acuñarse el término, Microsoft acaba de publicar un estudio, el primero que se realiza sobre la hipocondría cibernética, que llega a la misma conclusión a la que ya habían llegado muchos profesionales: quien se asoma a internet para autodiagnosticarse con frecuencia da por buena la peor hipótesis, la peor enfermedad que podría explicar ese picor, dolor o retortijón.

Así que si alguien se levanta de la cama con jaqueca, abre el navegador, consulta un par de páginas en busca de respuestas y acaba pensando que tiene un tumor cerebral, lo más probable es que sufra cibercondría .

"Tenga cuidado cuando consulte libros médicos. Puede morir de una errata", escribió el mordaz Mark Twain hace más de un siglo. Tal cual, en el 2008. Aunque es imposible discutir los efectos positivos que internet proyecta sobre la medicina --desde el diálogo entre doctor y paciente hasta la adquisición de conocimientos que de otro modo serían inaccesibles para el común de los enfermos--, el trabajo de Microsoft se centra en su lado oscuro. El estudio escrutó las búsquedas de un millón de internautas y encuestó a 515.

Asegura la compañía que cuando se teclea en un buscador cualquier síntoma común existen tantas posibilidades de acabar en páginas que describen enfermedades graves como de hacerlo en webs que detallan dolencias que no lo son, pero es mucho menos probable que el organismo sufra una de las primeras.

La propensión a caer en horrorosas conclusiones médicas forma parte del género humano, pero ahora, casi 2.500 años después de que Hipócrates usara por vez primera el término hipocondría, la red supone una gigantesca catapulta hacia esta ansiedad. Si uno teclea dolor de cabeza en Google, obtiene 1.520.000 resultados. Ya en la primera página del buscador aparecen el tumor cerebral, la demencia y la esclerosis múltiple. ¿Dolor de pecho? 195.000 resultados, y el ataque cardiaco está entre los primeros. Dados estos resultados, quizá convenga cerrar la máquina y acudir a los humanos.