Cuando leí que la conferencia las religiones en defensa de la vid iba a reunir en Badajoz a representantes de varias confesiones. No me hacía falta leer más. Era el aborto lo que las unía. A pesar de mi convencimiento seguí leyendo y, efectivamente; hablaba la noticia del valor del derecho a la vida, de la dignidad de la persona y el rechazo al aborto.

Respeto y considero lógico que las distintas confesiones se expresen y se posicionen en temas que entren de lleno en el terreno de la ética y la moral. Acepto y comprendo que el aborto sea uno de los asuntos que entran en ese territorio fronterizo, pero también ellos deben comprender que un gobierno debe legislar para todos y para que cada uno de los habitantes de su país, de acuerdo con su propia ética y moral, adopte la posición más conveniente. Los gobiernos legislan para ciudadanos, no para feligreses.

"Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", y no he sido precisamente yo quien lo ha dicho. Me pregunto si todas esas confesiones reunidas tan solo focalizan el valor del derecho a la vida y a la dignidad de la persona en el aborto. ¿No ven, no saben o no quieren saber nada más?

Alguna de esas confesiones permite y alientan el maltrato y subyugación de la mujer, incluso la muerte. ¿Pretenden incluirlo en la reunión de Badajoz? Alguna de esas confesiones sigue intentando ocultar la pederastia que muchos de sus miembros practican. ¿Pretenden incluirlo en la reunión de Badajoz? Alguna de esas confesiones permite y han permitido el empleo de la fuerza contra el vecino. ¿Pretenden incluir en la reunión de Badajoz?

Me gustaría que comprendieran que el derecho a la vida y a la dignidad va mucho más allá del aborto. Que aprovecharan el encuentro para reflexionar sobre lo que significa el derecho a la vida y la dignidad.