El Papa nombrará a un interventor personal, una especie de ´comisario político´, para que haga limpieza y renueve a los Legionarios de Cristo Rey, que deberán revisar su estatuto fundacional. La decisión de Benedicto XVI llega después de que una comisión de cinco obispos, que ha investigado durante ocho meses, concluyera que el fundador, el fallecido Marcial Maciel Degollado, mantuvo "conductas gravísimas y objetivamente inmorales", que suponen "verdaderos delitos y ponen de manifiesto una vida sin escrúpulos ni auténtico sentimiento religioso".

En un comunicado, el Vaticano dijo ayer que la decisión se ha tomado después de que los cinco obispos inspectores se entrevistaran con mil legionarios y recibieran "centenares de testimonios escritos, incluso de los obispos diocesanos", que contienen "testimonios incontrovertibles".

De acuerdo con las conclusiones, "gran parte de los legionarios ignoraba la vida de Maciel, principalmente porque había construido un sistema de relaciones que hábilmente le permitía crearse coartadas y despertar confianza y silencio". El texto anticipa "el nombramiento de un delegado del Papa".