El presidente del comité Nobel, Thorbjoern Jagland, ha instado a China a liberar al disidente Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz 2010, durante la ceremonia simbólica de entrega del galardón al activista, que no ha podido asistir al acto por encontrarse encarcelado en su país. "Liu no ha hecho más que ejercer sus derechos civiles. No ha hecho nada malo y debe ser liberado", ha afirmado Jagland, que tambien ha subrayado que la Constitución china garantiza oficialmente la libertad de expresión y el derecho de criticar a la Administración. "Muchos se preguntan si, a pesar de su poder actual, China no manifiesta cierta debilidad al creer necesario encarcelar a un hombre durante 11 años por el mero hecho de expresar sus opiniones acerca de cómo debe ser gobernado su país", ha añadido. Ligado a las protestas de la plaza de Tiananmen en 1989, Liu Xiaobo se encuentra en prisión por "subversión del poder del Estado" por haber sido coautor de la Carta 08, un documento que reclama una democratización de China. "La dura sentencia impuesta a Liu ha hecho más que un portavoz de los derechos humanos. De la noche a la mañana, se ha convertido en un símbolo, tanto en China como en el extranjero, de la lucha por los derechos en el país asiático", ha explicado Jagland. Una silla vacía y un retrato gigante del premiado con una sonrisa han realzado su ausencia en la ceremonia de Oslo. Ante una decena de disidentes chinos en el exilio, la presidenta saliente de la Cámara de Representantes de EEUU --la demócrata Nancy Pelosi-- y los reyes de Noruega, la actriz Liv Ullmann ha recordado las declaraciones optimistas efectuadas por Liu justo después de su condena en Navidad del 2009, que el activista eligió como discurso de aceptación del premio. En ellas Liu manifiesta no tener "enemigos" ni sentir "odio" hacia Pekín, y que el progreso político en el país no parará y llegará "una futura China libre". Presiones de PekínEl régimen chino considera a Liu Xiaobo un "delincuente", por lo que ha tratado de limitar la repercusión de la ceremonia del Nobel presionando a algunos países para que no asistieran a la ceremonia y amenazando con "consecuencias" a los estados que dieran su apoyo al disidente. Más de 20 países --entre ellos China, Rusia, Afganistán, Cuba, Venezuela, Irán e Irak-- declinaron la invitación a asistir al acto, según el Instituto Nobel.