El Juzgado de lo Penal número 1 de Málaga ha condenado a un año de cárcel a una mujer por un delito de atentado a la autoridad por dar un manotazo a la directora del instituto de secundaria donde estudiaba su hijo, a la que también amenazó e insultó. Además, impone una indemnización de 600 euros por daños morales.

Los hechos tuvieron lugar en marzo del 2007 cuando, según la sentencia, que se puede recurrir ante la Audiencia, la acusada fue a la administración del instituto para pedir explicaciones sobre la situación de su hijo.

Tras ocasionar un alboroto, se acercó la directora del centro y le dijo a gritos: "Eres una mierda" y "tienes la cabeza como una maceta". Mientras la insultaba con otras expresiones, introdujo la mano por la ventanilla de secretaría y le dio un manotazo en la mejilla.

TRES MESES DE BAJA

Asimismo, según la resolución, le manifestó que se acercara para ver "lo que es pegar" y añadió: "Te voy a rajar". A consecuencia de estos hechos, se declara probado que la directora del centro estuvo tres meses de baja, solicitó el cambio de instituto y perdió la paga correspondiente al cargo de directora.

Para la jueza, se trata de un delito de atentado que no se aplica únicamente a agentes de las fuerzas del orden público sino también, desde hace varios años, a todos los profesionales, en especial a los que trabajan como funcionarios dentro de la enseñanza, sanidad y servicios sociales públicos, siempre que estén ejerciendo.

AUTORIDAD DEGRADADA

"Con el acometimiento contra --entre otros-- aquellos que ejercen el trabajo de la educación, se degrada la autoridad como concepto necesario en la vida democrática y en el diálogo y respeto mutuo con especial reflejo en las aulas", señala la magistrada, que añade que este delito engloba una falta de amenazas.

Así, precisa que la acusada era "consciente en todo momento" de que "su acometimiento se dirigía hacia quien era entonces la directora del centro y con la finalidad de atentar contra la autoridad que ello representaba, dañando su posición frente a los terceros que presenciaron la situación generada".

La acusada declaró que la atendieron correctamente y se marchó, lo que "no concuerda en absoluto" con la declaración de la perjudicada, del jefe de estudios, del orientador escolar y de la administrativa de la secretaría. La juez precisa, además, que la acusada "no tuvo reparos en fingir un repentino ataque de tos" durante la declaración de la afectada para "poner nerviosa a la testigo".