La facturación conjunta de unas 4.500 pequeñas empresas que se dedican a comercializar pescado ha caído un 50% en el último mes. 3.500 de sus 8.000 asalariados ven en peligro su empleo. Las empresas subastadoras, los exportadores de pescado y las conserveras también están pasando por momentos muy delicados a causa de la crisis.