Un culebrón amoroso ha provocado una crisis de Gobierno en Honduras. El papel de galán corre a cargo del presidente, Ricardo Maduro. La esposa celosa es la española Aguas Ocaña (foto). Y la exnovia damnificada, la ministra de Cultura, Mireya Batres, quien ha renunciado al cargo después de que el mandatario la vetara en una recepción "para no incomodar a la primera dama".

Con titulares como "Celos en palacio", los diarios de Honduras anunciaron ayer la "dimisión irrevocable" de la ministra, quien fue novia de Maduro hasta poco antes de las elecciones que, en noviembre del 2001, lo convirtieron en presidente.